27/2/11

leer, pensar, caminar,...

Puerto Olimpico de Barcelona
Su hijo José recuerdo: un día habían salido de paseo y ella compró un globo de gas. Jugaban alegremente por la calle cuando a él se le soltó. El globo partió cielo arriba, no había cómo detenerle. No es que Floreana fuese una madre aprensiva, pero cuando vio los ojos de José, cuando advirtió en sus lágrimas y en el impotente gesto infantil esa pena tan honda, levantó los ojos al cielo y al atestiguar cómo el globo se elevaba cada vez más alto, más inalcanzable, más inasible, más perdido, experimentó una inexplicable identificación con el dolor de su hijo y no pudo moverse del punto que pisaban sus pies. Se quedó así, inmóvil, contemplando el globo cada vez más pequeño, hasta que desapareció.
El albergue de las mujeres tristes de Marcela Serrano

Me duele el alma. El camino por el parque, en mitad de la ciudad, es un regalo de las “mujeres del agua”. El sol me da calor. Este libro me embriaga. Qué suerte tiene Floreana, yo no tengo un José niño al que recordar. Me dijeron que nació muerto, pero no vi su cuerpo.

18/2/11

educar a una hija

Soy Marisa y os presento a mi hija Irene. La estoy educando en la libertad, para que pueda escoger el camino que más desee, cuando esté preparada. Gráficamente la presento en esta imagen donde ella está dentro de esta jaula de oro con la puerta abierta. Jaula que representa mi amor y mi protección. Le doy, dentro de su entorno, unos zapatos de princesa, un balón de básquet y una rosa roja. Le explico que entre los barrotes dorados puede observar un coche que la puede llevar donde ella escoja, un autobús que puede compartir con compañeros de colegio, una jirafa y un caballo que son animales que no presentan peligro, porque están en el zoo o en una cuadra y muchas plantas bonitas que dan aire puro. Quiero a mi Irene.



Soy Carme y os presento a mi hija Irene. La estoy informando de lo que hay en su entorno, esperando que con libertad escoja el camino que más desee. Tiene tierra fértil a sus pies, vegetación en su entorno, elementos de juego, animales varios, que con sus características, se asemejan y pueden mostrar la variedad de personas que comparten el micro-maxi cosmos de su vida. A partir de los conocimientos que le trasmito y de las vivencias del día a día, podrá ir por el camino que más le plazca. Estoy orgullosa de haber engendrado y parido a esta hija. La amo.

Por supuesto, yo soy Carme

6/2/11

¿quién marca el ritmo?

La mamá con la compra marca el ritmo del día, el hijo ha de seguir ese ritmo, que seguramente no puede seguir y lo más importante: NO le apetece seguir.
Los adultos, tanto madre como padre, marcan el tiempo, el espacio y el día a día bajo sus necesidades principalmente en el camino de casa a la escuela. Por cierto, ¿no observáis que cada vez hay más padres con los niños de camino a la escuela? ¿Sera producto del paro? Si es así, algo positivo hay en la situación laboral.
Seguro que hay niños perezosos, niños lentos, pero también seguro que hay padres demasiado activos y/o demasiado rápidos (con un cohete en el culo, que diría mi abuelo). Hay culturas, como la musulmana, que el hombre siempre va dos pasos y medio por delante de la mujer, independientemente de que la mujer transporte el carro de la compra, el cochecito del niño o el fardo del equipaje. Supongo que es una demostración de marcar el terreno y recordar quien manda en la familia.
Hace muchos y muchos años, cuando yo era una princesa… uixxxxxx!!!! perdón, cuando yo era maestra, una madre siempre llegaba a las 9:30 horas de la mañana con sus 2 hijos. Cada día, cada día. Le comentamos que debía ser puntual y si siempre eran 30 minutos de retraso, seguro que podía organizar la mañana para ahorrar esta disfunción. La madre con el ceño fruncido, nos dijo: “no puedo ser más puntual, nos levantamos temprano y es mucho trabajo para mi sola”. Al preguntarle a qué hora se levantaban, nos respondió: “a las 8:15 horas de la mañana” . Puafff, no supimos si reír o llorar.
Aplaudo la organización del tiempo entre los protagonistas. Padres, madres todo es posible.