imagenes realizadas y/o tratadas por la autora, con el interés de mostrar su opinión en favor o en contra de la sociedad actual
27/2/11
leer, pensar, caminar,...
18/2/11
educar a una hija
Soy Marisa y os presento a mi hija Irene. La estoy educando en la libertad, para que pueda escoger el camino que más desee, cuando esté preparada. Gráficamente la presento en esta imagen donde ella está dentro de esta jaula de oro con la puerta abierta. Jaula que representa mi amor y mi protección. Le doy, dentro de su entorno, unos zapatos de princesa, un balón de básquet y una rosa roja. Le explico que entre los barrotes dorados puede observar un coche que la puede llevar donde ella escoja, un autobús que puede compartir con compañeros de colegio, una jirafa y un caballo que son animales que no presentan peligro, porque están en el zoo o en una cuadra y muchas plantas bonitas que dan aire puro. Quiero a mi Irene.
6/2/11
¿quién marca el ritmo?
Los adultos, tanto madre como padre, marcan el tiempo, el espacio y el día a día bajo sus necesidades principalmente en el camino de casa a la escuela. Por cierto, ¿no observáis que cada vez hay más padres con los niños de camino a la escuela? ¿Sera producto del paro? Si es así, algo positivo hay en la situación laboral.
Seguro que hay niños perezosos, niños lentos, pero también seguro que hay padres demasiado activos y/o demasiado rápidos (con un cohete en el culo, que diría mi abuelo). Hay culturas, como la musulmana, que el hombre siempre va dos pasos y medio por delante de la mujer, independientemente de que la mujer transporte el carro de la compra, el cochecito del niño o el fardo del equipaje. Supongo que es una demostración de marcar el terreno y recordar quien manda en la familia.
Hace muchos y muchos años, cuando yo era una princesa… uixxxxxx!!!! perdón, cuando yo era maestra, una madre siempre llegaba a las 9:30 horas de la mañana con sus 2 hijos. Cada día, cada día. Le comentamos que debía ser puntual y si siempre eran 30 minutos de retraso, seguro que podía organizar la mañana para ahorrar esta disfunción. La madre con el ceño fruncido, nos dijo: “no puedo ser más puntual, nos levantamos temprano y es mucho trabajo para mi sola”. Al preguntarle a qué hora se levantaban, nos respondió: “a las 8:15 horas de la mañana” . Puafff, no supimos si reír o llorar.
Aplaudo la organización del tiempo entre los protagonistas. Padres, madres todo es posible.